Reseña: El cuento de la Criada

Se podría pensar que actualmente, en pleno siglo XXI, una historia como El Cuento de la Criada no causaría impresión o que lo haría, pero con mucha menos intensidad. Pero las cosas no son así, ¿verdad? Como pasa con todas las historias distópicas que nos perturban actualmente, hay elementos dentro de la historia que nos dicen “esto podría pasar ahora y no sería tan raro”. Pues bueno, hoy les traigo mi reseña y análisis corto de El Cuento de la Criada por Margaret Attwood

Una criada y una introducción

Esta historia gira alrededor de Defred, Offred en inglés, una de las pocas mujeres fértiles de un Estados Unidos bajo el control de un régimen totalitario religioso que las obliga a reproducirse. En este nuevos EEUU, ahora llamado Gilead, la tasa de natalidad ha caído tan bajo que las criadas, las mujeres fértiles, son una parte esencial para la repoblación del lugar. ¿Extraño? Un poco. ¿Perturbador? Demasiado. 

Esta nueva realidad es controlada netamente por hombres y las mujeres han dejado de tener derechos por completo. Es un mundo interesante, difícil de explicar y que, si lo intento hacer aquí, terminaría divagando. Defred es una de las preciadas criadas y nos va contando su diario, vivir y cómo sobrelleva este nuevo rol que se ve obligada a tomar. 

La mayoría de la novela la pasamos en su punto de vista y estamos encerrados junto con ella. Esta es una de las partes más duras para la lectura: pasar junto a nuestra protagonista por esos momentos de quietud donde no hay nada más que nuestros pensamientos corriendo de un lado hacia otro y el temor de qué pasará después. Me parece increíble que la autora logre transmitir esa lentitud y ansiedad sin que la historia deje de ser atrapante. ¡Bravo a Margaret! 

Pero lo más importante aquí, la pregunta que más nos compete, es ¿por qué la historia de la criada sigue siendo importante hoy en día?

Un mundo irreal, pero real 

Una distopía siempre trata de transmitirnos algún tipo de mensaje sobre peligros a futuro. En Un mundo feliz, vimos las consecuencias de quedarnos sin humanidad por un mundo “perfecto”. La historia de 1984 nos hace cuestionarnos el uso de tecnología para vigilarnos y tener una sociedad sumisa, ignorante y obediente. Entonces, ¿qué peligro nos resalta Atwood? Es fácil: ser mujer en un mundo controlado por hombres. 

Es una declaración audaz, pero creo que si lo pensamos por un momento podríamos entender el trasfondo de la misma. Así que recapitulemos un poco: 

Contamos con un mundo en el cual tu valor como mujer se ve reducido a la capacidad que tengas o no de concebir.  Si tienes posición económica y dinero, tal vez termines siendo una “esposa” (las acompañantes de los líderes de este régimen), pero ¿y si no? No te quedan muchas opciones: ser una instructora a favor del adoctrinamiento, hacer trabajos riesgosos, atender la casa e incluso ser parte de una red “discreta” de prostitución. Y, por otro lado, tenemos a los hombres que gozan de todos los derechos que siempre han tenido. 

En cualquier caso, lo peor que te puede pasar dentro de la sociedad propuesta por Attwod es ser una mujer, especialmente una fértil. A esta altura podrías preguntarte qué de real tiene esto y voy a darte un par de momentos para que pienses en la respuesta. ¿Ya la tienes? Veamos si compartimos opiniones. 

Hasta marzo del 2023, según los reportes de varios medios de comunicación y gubernamentales, se contabilizaban 56 femicidios. Según datos del INEC en el 2019 el 32% de la violencia hacia mujeres es sexual y se registra que, en 2021, cinco niñas dan a luz diariamente en el país según la misma entidad. ¿A qué quiero llegar con esto? En la actualidad ecuatoriana la violencia de género es el pan de cada día para muchísimas mujeres. Y es esta violencia la que vemos reflejada al extremo dentro de El Cuento de la Criada. 

Este libro fue escrito en 1985, con el contexto de la segunda ola del feminismo en Estados Unidos. ¿Es acaso posible que un texto de hace tantos años siga teniendo tal aco en nuestra sociedad? Margaret Attwod hizo un comentario social alrededor de la falta de derechos e igualdad para las mujeres en los 80 y, lastimosamente, sigue siendo relevante hasta el día de hoy. A pesar de que el mundo de este relato se siente ajeno nos permite explorar, e incluso estremecernos, con el qué pasaría de una sociedad done perdemos la lucha por una vida digna. 

¿Y el libro? 

Clara-mente el libro es excelente. Una lectura muy recomendada para todxs aquellos que deseen explorar la distopía y sentir un poco de miedo hacia el futuro. El ritmo es muy bueno y logra mantener tu interés más allá del shock. Provoca e invita a la discusión, reflexión e incluso cuestionarse los propios valores de la sociedad. 

Cerrar la historia y ya 

Nuestra protagonista no tiene un final, en realidad. El libro termina de la misma manera que comenzó: con su constante narración y la incertidumbre del qué ocurrirá después. Para muchos esto no fue un final digno, pero creo firmemente que es el final adecuado para dicha historia. 

Hay veces que no tenemos la oportunidad de algo feliz, de algo satisfactorio. Las distopias con las que crecí, como Los juegos del hambre, Divergente e incluso Correr o Morir, nos dan esperanza al final. Esto no ocurre aquí porque, a pesar de tener un final, la autora nos hace caer en cuenta que, de ser este mundo real, no tendríamos un cierre satisfactorio. Es realista en la manera más cruel y aterradora. 

Así que, finalmente, lean este libro con una mente abierta. Vayan con ganas de cuestionarse, de “desaprender” y encontrarse con una realidad que no les gusta, pero es necesaria de ver. 

¡Feliz lectura! 

Autor:Raisa María

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