“Lo inefable” de la realidad plasmada en la literatura infantil

Suele ser muy frecuente, a muy temprana edad, escuchar frases como: “Lo entenderás cuando seas grande”. La realidad es que muchos padres, madres, cuidadores, familiares y personas adultas en general muestran una gran dificultad para hablar de ciertos temas o dudas que tenemos en la infancia. Les parecen temas complejos o demasiado serios para la comprensión de una persona de entre 4 y 12 años, así que prefieren ignorarlos o aplazarlos para una ocasión ideal que probablemente nunca llegará. 

Pero: ¿Qué es peor? ¿Omitir, suavizar o empeorar un tema? Todas las opciones son tan peligrosas como la desinformación. De hecho, un mal manejo podría conducir a una perpetuación de los estigmas y estereotipos en futuras generaciones. Afortunadamente, los libros infantiles se presentan como una alternativa para abordar una gran variedad de temáticas, sin la necesidad de usar palabras rebuscadas o ajenas al vocabulario cotidiano de las infancias. Sin embargo, es necesario puntualizar que no funcionan para reemplazar una conversación que debe hacerse, muchas veces porque invade el entorno inmediato.

Harry Potter y algunas metáforas

Harry Potter enfrentándose a los dementores mediante encantamiento patronus)

Escribimos desde nuestras experiencias para que otras personas se sientan identificadas, así se forma una conexión entre los lectores y los escritores. Definitivamente, las palabras de alguien pueden acompañarnos en aquello que estamos atravesando. Joanne Kathleen Rowling, mejor conocida como J. K. Rowling, escribió la saga de Harry Potter al transitar uno de los momentos más complicados de su vida: una depresión clínica que la hacía sentir en un lugar oscuro y desolador. De aquí que surgieron los dementores como una metáfora de dicho diagnóstico. 

Los dementores son criaturas oscuras que poseen la capacidad de absorber los recuerdos más felices de una persona, hasta el punto de sumergirlos únicamente en desolación y tristeza. Desde su acercamiento producen un intenso frío y están cubiertos completamente. Por supuesto, con su “beso” lograrían despojar a cualquiera de su alma. 

Para enfrentarse a ellos es importante utilizar el encantamiento “Expecto patronum”, con lo que se invoca una forma semi-material (un patronus). Gracias a esta energía positiva, que puede tomar diferentes formas para cada mago o bruja, se puede alejar a los dementores. Básicamente, un recuerdo de gran alegría nos salva de un momento de oscuridad

Remus Lupin como hombre lobo

También este mundo mágico involucra a personajes como Remus Lupin, un hombre lobo que mantiene dicha condición oculta ante el mundo mágico. Lo curioso es que la autora de la saga maneja una metáfora con enfermedades de transmisión sanguínea como el VIH. Este personaje, a pesar de ser un buen profesor, colaborativo, comprensivo y con otras cualidades, se preocupa por la estigmatización social de su licantropía. Además, utiliza pociones para evitar que su estado avance, de una forma similar a la que trabajan los medicamentos antirretrovirales.

Lupin se aísla y debe dejar su trabajo en Hogwarts debido a que los padres de sus estudiantes seguramente se escandalizarían al enterarse de su “otra forma”. Más o menos como sucede en el mundo real, cuando persiste aún el gran nivel de desinformación respecto al VIH y otras enfermedades. 

¿Qué hacer cuando es importante gritar?

(3. Ilustración del cuento ¡Estela, grita muy fuerte!)

¡Estela, grita muy fuerte!, es un cuento escrito por Isabel Olid e ilustrado por Martina Vanda. Sin dar mayores spoilers respecto a la trama, está enfocada en una niña que aprende algo valioso gracias al consejo de su maestra. Algo fundamental que debe hablarse lo más pronto posible, puesto que una buena comunicación en los hogares y establecimientos educativos, entre niños, niñas y adultos, ayuda a prevenir y mitigar la violencia de cualquier índole.

La esencia de esta historia yace en un empoderamiento que todos y todas debemos desarrollar ante cualquier injusticia o situación incómoda y no consentida que se nos presente: el hablar, el gritar si es necesario para poder ser escuchados, siempre será el arma más poderosa contra el miedo y el silencio

Este cuento es un punto de partida que se conectaría con algo más grande: la necesidad de hablar de educación sexual. Un aspecto que muchos padres y madres evaden o censuran por considerarlo un peligro, cuando la verdadera amenaza está en su falta de abordaje.

Enlace al cuento ¡Estela, grita muy fuerte! https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/b7d03b80486abc7184db8da38f54faeb/RANA_Estela_Grita_Muy_Fuerte_cuento.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=b7d03b80486abc7184db8da38f54faeb)

Explicando lo que es parte de cada persona

(5. Soy Jazz y Carla no es Carla, sino Carlos son cuentos acerca de las infancias trans)

La identidad es fundamental para todo individuo y se construye desde edades muy tempranas a través de interacciones sociales, contextos socioculturales y el consumo de productos de la industria cultural. En lo referente a género, continúan existiendo roles muy marcados que definen lo que debe ser una mujer y lo que debe ser un varón. Afortunadamente, esto va cambiando poco a poco, y es que ser uno mismo debería expresarse libremente. Sin embargo, la sociedad insiste en regirse estrictamente a la biología para decidir aquello que es “normal” y “natural”.

Ante esto, la realidad minimiza a las personas trans y no binarias y esto conduce a que tampoco se hable de estos temas con niños y niñas. Pero: ¿Qué pasa con las dudas que se generan en sus cabezas frente a lo que perciben en otros o en sí mismos? 

Aquí entran en acción cuentos como Soy Jazz, escrito por Jessica Herthel y Jazz Jennings, así como Carla no es Carla, sino Carlos por Alba Alonso Feijoo. Historias de niños trans, que a muy corta edad entendieron que son diferentes y no tiene nada de malo. Que querían manifestarse de otras formas que las que les permitían socialmente en diferentes espacios. Incluso brindan un mensaje contra críticas que surgen desde otros niños o adultos.

Todas estas historias acompañan en un proceso que busca brindar tranquilidad y garantizar una vida libre de discriminación. ¿Qué hacen las infancias cuando no entienden algo? Son curiosas, pero si los adultos no podemos explicar algo de forma correcta, los libros estarán ahí para dar explicaciones, tanto a ellos como a nosotros. Son una guía, ya que no nos exime de la responsabilidad de tener conversaciones bien informadas.

Fragmento de Yo soy J

Valeria Ocaña

Comunicadora, periodista y creadora de contenido que aprende diariamente. Chica friki apasionada por los temas culturales y sociales.

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